El yoga facial nos conecta con nuestra belleza interior. Es una rutina de cuidados que relaja, nos hace más conscientes de la propia expresión facial y nos ayuda a querernos más.
Seguro que alguna vez te ha pasado que cuando conoces la edad de alguien no te la crees y parece que tiene muchos años menos! Y es que la edad puede ser subjetiva y también depender del espíritu de cada uno.
La edad subjetiva está íntimamente relacionada con el bienestar emocional de la persona. Y está demostrado que las personas que se sienten bien son conscientes de la importancia de cuidarse también físicamente. Es un proceso que se retroalimenta.
Pues hoy te quiero contar que el yoga facial nos conecta con nuestra belleza interior. Es una rutina de cuidados que relaja, hace más consciente de la propia expresión facial y ayuda a quererse más.
Mi método Facial Yoga Plan ayuda a cuidar el rostro, oxigena el cuerpo y mejora la salud combinando diferentes métodos ancestrales de salud y belleza: kobido, guasha, rodillo de jade respiración consciente pranayama, acupuntura.
El programa de entrenamiento facial consta de ejercicios faciales que tonifican los músculos y brindan excelentes beneficios en la piel. Pero además mediante respiraciones conscientes se aprende a conectar la mente y las emociones con las expresiones faciales.
Aprender a respetar el rostro y tomar conciencia de sus expresiones ayuda incluso a mejorar las emociones.
Para tener la llave de la juventud recomiendo un cuidado global de tu cuerpo, con ejercicio físico y dieta equilibrada, y hoy pongo el énfasis en interrelación de las emociones y las expresiones del rostro. Sonríe, sé positiva y mantente joven. ¿Será por eso que nuestras abuelas dicen que a partir de los 40 cada uno tiene la cara que se merece? 😉
Un abrazo
Diana Bordón